Te hace daño, pero sigues ahí, sabes que no deberías ver ciertas cosas, frecuentar ciertos lugares pero lo haces, te duele, la rabia se apodera de tí, entonces blasfemias y gritas, el objeto de dolor está gozando, mientras tú eres miserable...
Ya no hay amor, tus sentimientos hacia el objeto de dolor es de odio puro y verdadero, la felicidad la encontrarías, cuando el objeto sea destruido, cuando explote en mil pedazos, cuando todos tengan mal concepto de ella.
Y entonces no te das cuenta pero el que se destruye eres tú, los ojos se te ponen rojos de cólera y la vena empieza a salir de la frente, caminas por la calle, y sientes algo calentito, la cabeza caliente, te hace caer, y te sale sangre de los ojos.
Te arrepientes y es demasiado tarde, la nueva enfermedad llamada ira te ha consumido, poco a poco observas como tu estómago se va hinchando como si te hubieras quemado con agua hirviendo, pequeñas pelotas van reventando, todo tu cuerpo arde y te vas llenando de ampoyas gigantes hasta que terminas de explotar y mueres...
Nadie se acordará de ti como un buen hombre, por el contrario morir será lo mejor que hayas hecho, y el objeto de dolor rie y baila y da vueltas sobre tu tumba..
viernes, 25 de abril de 2008
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2 comentarios:
ay q sadica te pusiste changa!!
jajajajaja
hola flor,aca paso aunque se que no te gusta que vea tu blog.muy bueno,bebe suelto!!jeje..sos una hdp `pero de las buenas.
saludos compañera de institucional.
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